Un lector del sitio web nos preguntó:
En cuanto a su artículo: El Falso y Engañoso Evangelio de “Aceptar” a Jesucristo
En ese artículo, ustedes tenían este versículo:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Efesios 2:8
La palabra *don* (regalo) está en ese pasaje.
Cuando alguien le ofrece un regalo a alguien, esa persona tiene la opción de aceptarlo o rechazarlo.
Cuando Dios me ofreció el mayor regalo de Su Hijo Jesucristo – El Hijo del Dios Viviente, para pagar el sacrificio máximo por mis pecados en esa cruz en el Calvario, yo *acepté* y recibí a Jesús con todo mi corazón, mente, fuerza, alma y cuerpo.
La respuesta de Paul:
Hola Lisa,
Veamos la Escritura completa dada en nuestro escrito, el cual tiene el contexto que te falta en tu interpretación y aplicación del único versículo que citas.
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar con Él, en lugares celestiales en Cristo Jesús; para mostrar en las edades venideras las abundantes riquezas de Su gracia, en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros; pues es don de Dios [tú no Lo aceptaste a Él; Él te da el regalo de la fe para que creas en Él]” (Efesios 2:4-8)
La Escritura está hablando de aquellos que han sido hechos vivos y ya están sentados con Cristo en los lugares Celestiales. Estos creyentes han sido salvados por gracia por medio de la fe , el don de Dios. Dios lo ha hecho – el crédito y la gloria son totalmente de Él, ningún crédito va al hombre.
Esto significa que no hay “aceptación” de Cristo por aquellos que son salvos. Donde entra en escena la aceptación de Dios de parte de los hombres es por medio de su interpretación no bíblica del Evangelio. Estás suponiendo que las personas que no son salvas, quienes no han recibido el don de la fe pueden, al oír hablar de Él, aceptar a Cristo por su propia volición y fuerza de voluntad.
Pero sólo porque Cristo murió por todos, y ordenó que el Evangelio sea predicado a toda persona, no significa que alguna persona pueda “aceptarlo” por sí mismo. A menos que Dios otorgue la fe, la cual se mezcla con escuchar la Palabra de Dios, nada sucede en aquellos que se sienten impulsados a “aceptar” a Cristo, sin importar cuán sinceros o convencidos estén. Solo aquellos a quienes se les da el don de la fe verdaderamente creen en Él y son salvos.
Las Escrituras son claras en esto. No todos los hombres han recibido el honor privilegiado de la fe en este día:
“Finalmente, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada, así como sucedió también con vosotros; y para que seamos librados de hombres perversos y malos, porque no todos tienen fe.” (2 Tesalonicenses 3:1-2 La Biblia de las Américas)
“Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo resucitaré en el día final” (Juan 6:44 La Biblia de las Américas)
“Vosotros no Me escogisteis a Mí, sino que Yo os escogí a vosotros…” (Juan 15:16 La Biblia de las Américas)
“Y Él dijo: A vosotros se os ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios, pero a los demás les hablo en parábolas, para que, viendo, no vean; y oyendo, no entiendan.” (Lucas 8:10 La Biblia de las Américas)
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer; él ha sido homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso y padre de la mentira… El que es de Dios, las Palabras de Dios oye; por eso no las oís vosotros, porque no sois de Dios.” (Juan 8:44-47 La Biblia de las Américas)
Entonces, ¿cómo pueden los pecadores elegir aceptar a Cristo, sin importar que sean de los llamados creyentes en Dios, como lo fueron aquellos a quienes Jesús se dirigió en Juan 8? Obviamente los hombres no tienen el poder de aceptar al Mesías, ciertamente no al Verdadero. Sin embargo, ellos sí pueden aceptar el falso cristo que se predica en el cristianismo nominal. Ese cristo es la creación de la imaginación del hombre carnal, el producto de una perversión del Registro Escritural. Eso es lo que demostramos en el escrito que citaste y en los enlaces proporcionados al final.
El falso cristo está hecho a la imagen de su creador, el hombre, mientras que el Verdadero Cristo es Dios, haciendo a los hombres a Su imagen, aquellos que lo reciben por fe. El falso cristo, siendo dependiente del poder del hombre para elegir e imitarlo, está muerto en el agua. Solamente el Cristo resucitado, Quien produce en nosotros el querer como el hacer por Su buena voluntad, nos trae vida eterna y salvación.
Aquellos que hemos recibido Su gracia y don de fe nunca diríamos que aceptamos a Cristo. No tuvimos la opción de responder o no al llamado de Dios – Dios determinó cuándo y cómo eso sucedería y qué haríamos, al igual que con Saulo de Tarso. Saulo no aceptó a Cristo, pero él sí creyó e inmediatamente Lo llamó “Señor” por el don de la fe en el momento en que fue confrontado.
Déjame ponerlo de esta manera: ¿tomaste tú la decisión de aceptar el regalo de vida que Dios te dio al nacer? ¿Qué opción tuviste en cuanto a nacer como la persona que eres? Lo mismo ocurre con el nuevo nacimiento desde arriba. Dios es responsable por el nacimiento espiritual del hombre, así como lo es por el físico.
“Yo que hago que se abra la matriz, ¿no haré nacer? –dice el Señor. Yo que hago nacer, ¿cerraré la matriz? –dice tu Dios.” (Isaías 66:9 La Biblia de las Américas)
“Mas a todos los que Le recibieron, a los que creen en Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Los cuales son engendrados, no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13 RVG)
Entonces, Lisa, la pregunta de la que necesitas saber la respuesta es: ¿Has nacido de Dios o has nacido de la voluntad de la carne y del hombre?
¿Estás escuchando y recibiendo al Hijo de Dios por Quien hablamos?
Si lees el Testimonio de Víctor Hafichuk, puede parecer que Víctor “aceptó” a Cristo, porque lo hizo, pero no por su propia voluntad o poder o según los términos de los hombres; se le dio desde arriba para recibir a Jesús como Señor. Fue el regalo de la fe en acción que Lo reconoció y confesó, demostrado por los frutos que siguieron. Talvez este ejemplo y explicación te ayuden a comprender mejor.