Saludos Víctor:
Gracias por tus amables palabras (no realmente) y entendimiento, aunque yo no sea tan conocedora de las cosas de Dios como otros creen ser, si mal no recuerdo yo soy una obra en progreso, Fil. 1:6 “Estando confiado de esto, que el que comenzó en “mí” la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo, y sí muchos perecerán pero 2 Pedro 2:9 “El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino que es paciente para con nosotros, NO QUERIENDO QUE NINGUNO perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Mi opinión es que sí acepto que mucho de lo que tú dices aquí es verdad, pero no debemos ni podemos adornar la verdad, pero hey son personas que de corazón están buscando la verdad y lo único que han visto es abuso y maltrato, y nosotros vamos a tratar de convencerlos A ELLOS del amor de Dios, siendo totalmente honestos, tiene que haber balance en cómo le hablamos a la gente. No debemos olvidarnos de dónde venimos nosotros antes de que se nos presentara al Señor, hey tal vez tú aprendiste en una manera dura que yo no conozco, pero golpear a la gente no es la respuesta para ministrar a gente quebrantada que simplemente están buscando una salida para su miseria, porque si ellos no tienen a Jesús cuando mueran, ellos van directo a la cámara de tormento y muerte eterna.
Yo sólo creo y esto es sólo mi opinión, que el Señor dice que nosotros debemos apartar todo hablar y argumentos vanos los unos con los otros porque nosotros somos el Cuerpo de Cristo, él no quiere que nosotros estemos peleando y señalándonos unos a otros, no somos llamados a hacer eso, somos llamados a ser una extensión del Amor de Dios para una generación que perece y está perdida, Y PARA LOS UNOS A LOS OTROS ese es nuestro llamado, simplemente amarlo y eso es todo, yo me siento golpeada por ti con tus duras palabras tal vez no tengan la intención de ser duras pero así suenan, Dios nos usa si estamos disponibles para Él, porque lo necio de Dios es más sabio que los hombres, 1 Cor. 1:25. Yo sé dónde estaba yo antes de venir al Señor y mi corazón está orientado hacia los que se están perdiendo, yo puedo orar por ellos, sembrar semillas, ayunar por ellos y todo, pero al final es Dios quien da el crecimiento y honra nuestro clamor a Él a favor de los que no se han arrepentido ni preparado. Hay un libro que creo que tú deberías leer hey no tienes que hacerlo pero creo que podría ayudarte, a menos que tú NO tengas un espíritu enseñable y creas que lo sabes todo y no estés abierto. Es de Mary K. Baxter, “Una Revelación Divina del Infierno”, hey, una vez hayas leído este libro, verás las cosas total y poderosamente diferentes al tratarse de los perdidos, el corazón de Dios es que ninguno se pierda, y nosotros somos Sus instrumentos que Él ha escogido para que eso ocurra con tanta gente como Él nos dirija, no nos equivoquemos dejando que uno solo de ellos se pierda, sobre eso, Ay de NOSOTROS, escribas y fariseos, y de los maestros de la ley.
Dios te bendiga Víctor!
Marisa, tú estás gravemente errada en varios puntos, y eso es porque tú estás adorando en el altar de Baal y Astarot. No tomes esto como un insulto o un comentario repulsivo como lo harán algunos. Tómalo como consejo y advertencia de Dios por tu bien. Te hablaré muy claramente por el bien de todos, incluyendo el del Señor.
Tú no me agradeces por mis “amables palabras,” porque crees que esas son injustas. Son palabras verdaderas, en el verdadero amor de Dios, y no se te podrían hablar palabras más amables en esta coyuntura. Tus tinieblas necesitan ser tratadas, si es que vas a ser liberada. Se necesita verdad y amor para hacer eso. No es siendo tranquilos, amables y amigables que se va a ganar la libertad, sino con la verdad en Cristo. Tú resistes la verdad y predicas como si supieras algo, cuando en realidad no sabes nada. Si quieres, puedes desechar todo lo que tengo que decirte, pero te lo diré de todas maneras. Aunque no es mi responsabilidad hacerte creer, sí es mi responsabilidad hablar, y eso haré, por la gracia de Dios.
Tú no has entendido lo que te he escrito. Es verdad, como está escrito, que Dios no quiere que ninguno se pierda, y finalmente, nadie se perderá. Lee Las Buenas Nuevas, El Propósito del Mal, The Reconciliation of All Things, y Who Then Can Be Saved?!
Tú escribes: “…pero hey son personas que de corazón están buscando la verdad…”
Tú te has elevado como juez de los corazones y desafías y contradices la Palabra de Dios. ¿Hay corazones buscando la verdad? ¿Cuáles son esos corazones? ¿No está escrito, “No hay quien busque a Dios, ni uno solo” (Romanos 3)? Yo te escribí citando las cosas que Jesús habló. Tú pareces tomar como un insulto personal los escritos de Sus Palabras en la Biblia y las de otros que he citado. Tú desestimaste el hecho de que a ciertas personas, Él les habló palabras duras. ¿Andaban ellos buscando la verdad? ¿La regó Él entonces porque no usó tu método justicia propia? ¿Quién eres tú para juzgar quién anda buscando la verdad o no? En mi carta, yo te pregunté: “¿Cómo sabes tú si yo no le estaba hablando a un fariseo o a un escriba (lo cual así fue) cuando hablé como lo hice?” Yo fui muy amable y paciente contigo, Marisa. Lo menos que yo podría haber hecho era hablarte a ti en igual manera como el Señor les habló a Su discípulo, Pedro, y demostrar más aun en el Señor y en las Escrituras lo que tú, por tu espíritu, atacas en tu posición:
“Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí Satanás; me eres tropiezo; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” (Mateo 16:23 RVG)
Tú en verdad te deleitas en las cosas de los hombres. Las Escrituras y ejemplos que te di de santos fieles y verdaderos las ignoraste completamente, y tú continuaste “amando” con el amor de los demonios. “¡Seamos amigos; olvidemos la verdad y responsabilidad para con Dios!” declaras tú, junto con millones de religiosos. Te di los ejemplos de Pedro, Juan el Bautista, Pablo, Judas, Santiago y Esteban, junto con el Señor Mismo. Tú los ignoraste todos.
Cuando Dios envió a los profetas de la antigüedad a predicar el arrepentimiento de los pecados, hasta Juan el Bautista, ¿no tenía Él su gran y necesario entendimiento y amor que ahora tú presumes tener sobre cómo alcanzar las almas? ¿O tiene tu amor otra fuente? ¡Seguramente la tienes! ¿No estaba Él interesado en ganárselos para Sí Mismo? ¿No podía Él haber enviado mejores profetas que Moisés, quien atravesó 3000 de su propio pueblo, o Josué, quien hizo que apedrearan a Acán y a su familia, incluyendo niños “inocentes,” o Samuel, quien hizo pedazos a Agag con una espada, o David, quien mató a 200 filisteos en vez de los cien requeridos para agradar a Saúl, Rey de Israel, o Eliseo, quien maldijo a uno jóvenes perversos, y donde dos osas destruyeron a cuarenta y dos de ellos, o Elías quien traspasó a cuatrocientos cincuenta ciudadanos honrados por la realeza de Israel? Isaías dijo que oyó:
“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, declara a mi pueblo su transgresión y a la casa de Jacob sus pecados.” (Isaías 58:1)
¿Crees tú que él era tan dulce con eso como parece que tú piensas y juzgas? En verdad, tú has sido engañada por la reina del cielo, de la cual habló el profeta Jeremías, nada menos que Astarot, la diosa del sexo y la fertilidad, la prosperidad y el amor. Tu amor es el de ella y el amor de ella es el tuyo. Estás adorándola a ella en lugar de, y en el de Nombre de, el Señor Jesucristo, atribuyéndole las características de ella a Él. Él no es como tú supones.
Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y siempre, Marisa. ¿No sabes tú eso? No, no lo sabes. Aunque tú estés consciente de la letra (si lo estás), ignoras completamente el espíritu y sustancia de la declaración de las Santas Escrituras.
Aparentemente, el registro que te envié de Sus Palabras a personas como tú no fue aceptable para ti. Tal vez tú piensas que Él sólo les hablaría así a los “malvados” fariseos y escribas, y que Él no les hablaría igual a los Suyos. Piénsalo bien:
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” (Apocalipsis 2:4-5)
“Arrepiéntete, porque si no, vendré pronto a ti, y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca.” (Apocalipsis 2:16)
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti; porque permites a esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñar y seducir a Mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta de su fornicación; y no se ha arrepentido. He aquí, Yo la arrojaré en cama, y a los que adulteran con ella, en muy grande tribulación, si no se arrepienten de sus obras. Y heriré a sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que Yo soy el que escudriño las mentes y los corazones; y daré a cada uno de vosotros según sus obras.” (Apocalipsis 2:20-23)
(A propósito, Marisa, tú estás en la cama con Jezabel. En este momento, yo me estoy refiriendo a lo mismo que Él se estaba refiriendo allí, a la fornicación espiritual, a un amor carnal falso que pervierte y distorsiona toda verdad y realidad. Tú necesitas arrepentirte.)
Más del Señor hablándoles a los Suyos:
“Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído, y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velares, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.” (Apocalipsis 3:3)
“Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. ¡Quisiera que fueses frío o caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de nada; y no conoces que tú eres un desventurado, y miserable, y pobre, y ciego, y desnudo. Yo te aconsejo que de Mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.” (Apocalipsis 3:15-19)
“A todos los que Yo amo, los reprendo y los castigo,” dice el Señor. Luego dice Él: “Por tanto sé celoso y arrepiéntete.” Marisa, esas palabras son para ti. Él no habla en vano y no te ha hablado en vano por medio de nosotros, y Él ha hablado, te guste o no. Tu amor es falso, estás del lado de Satanás, pensando en las cosas de los hombres, y a menos que te arrepientas, sufrirás el juicio de Jezabel y sus fornicarios espirituales que estaban haciendo tropezar a otros.
¿Tú me acusas de hablar en una forma que causa tropiezo? Yo no estoy aquí, como fiel y verdadero siervo del Señor, para ganar la carne para el Reino. La carne y la sangre no pueden, ni podrán, entrar. Uno tiene que morir para entrar. Tú tratas de atraer las almas al Reino, con la carne intacta. Eres tú, con tu falso amor, que estás causando tropiezo a las almas, pretendiendo y presumiendo que ellos pueden entrar al Reino aparte de la cruz aplicada a sus vidas. Eso es porque tú estás sirviendo a otro reino, a otro Jesús, y predicando otro evangelio. Arrepiéntete, Marisa, arrepiéntete. Yo hablo por el amor de Dios, no como tú crees que es, enseñado por los falsos profetas y maestros, sino como es, y como Él es. De nuevo te digo, arrepiéntete.
Tú escribes: “…y lo único que han visto es abuso y maltrato, y nosotros vamos a tratar de convencerlos A ELLOS del amor de Dios, siendo totalmente honestos, tiene que haber balance en cómo le hablamos a la gente.”
¿Abuso y maltrato? ¿Dónde? ¿Con quién? Eso es basura, Marisa. ¿Dónde has estado tú? Aunque hay ejemplos evidentes de tales casos, en la mayoría de ellos yo he visto mimos, caricias, besos, abrazos, compasión, empatía, afecto, apretones de mano, palmaditas en la espalda, dulces, cenas, sonrisas, adulaciones y cualquier otra cosa menos “abuso y maltrato,” y todo en el Nombre de la hermandad en Jesucristo. La gente ama las iglesias y los beneficios sociales que ofrecen. Sin embargo, irónicamente, tú tienes razón en lo que dices, porque tú tipo de acercamiento y amor son el mismo abuso y maltrato que ellos están recibiendo en la forma de lo que el hombre y el mundo conocen como amor. La gente está muriendo por causa de tu filosofía nacida en el paganismo y en la adoración pagana.
Como está escrito:
“Fieles son las heridas del amigo, pero engañosos los besos del enemigo.” (Proverbios 27:6)
Todos queremos ser amados, abrazados, queridos, besados, comprendidos, y que se nos cubran e ignoren los pecados y faltas (no como Dios lo hace, ni como lo declaran las Escrituras). Sin embargo, los verdaderos amigos, quienes solamente pueden ser verdaderos si se dan en la Realidad del Cristo crucificado y resucitado, si son fieles a Jesucristo, y si infligen heridas por causa de la justicia. Yo, siendo amigo Suyo y tuyo, te “hiero,” mientras tú, como enemiga Suya, tratas de engañarme con “besos.” No funcionará, Satanás. Yo no ignoro tus maquinaciones. Apártate de mí. Me eres tropiezo.
Acusador de los hermanos, cumple con tu papel entonces, y dime que te estoy golpeando, pobre víctima, defensor de la carne y del hombre carnal, quien se rehúsa a tomar la cruz, pues estás en enemistad con Dios. Lee Víctimas y Victimarios y Con Que Usted Quiere Caminar con Jesús.
Tú escribes: “…porque si ellos no tienen a Jesús cuando mueran, ellos van directo a la cámara de tormento y muerte eterna.”
¡Mujer necia e ignorante! Cómo contradices la Palabra de Dios, la cual dice:
“Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el infierno fueron lanzados en el Lago de Fuego. Ésta es la muerte segunda.” (Apocalipsis 20:13-14)
Y: “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Corintios 15:22)
Y: “Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.” (1 Corintios 15:26)
¿Cómo entonces podrá uno permanecer en “muerte eterna” si la muerte será destruida? ¿”Cámara de tormento”? Sí, hay tormento para los pecadores, pero no para siempre, y ¡no en una “cámara” literal hecha para ese propósito como tú supones! ¡Tú sirves a Baal y a Astarot, dos demonios vengativos, y no al Señor Jesucristo! Como está escrito:
“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” (1 Corintios 15:22)
ESE es el amor de Dios encapsulado en pocas palabras, de las cuales hay muchas, muchas más. En verdad, toda la Escritura testifica del amor de Dios, a pesar de las guerras allí registradas, de las hambrunas, pestilencias, bestias salvajes, traiciones, asesinatos, adulterios y de la incesante rebelión de la humanidad, a pesar de los constantes derramamientos de sangre de incontables animales “inocentes,” de la carne y la grosura al fuego, la cual, dicen las Escrituras, es “olor grata y agradable al Señor.”
Lee Las Buenas Nuevas, Who Then Can Be Saved?!, y The Reconciliation of All Things. ¡Aprende la verdad, Marisa, y deja de creer y esparcir mentiras en Su Nombre!
Sigue tu propio consejo y “aparta todo hablar vano y argumentos” implacablemente, hablando la verdad, esforzándote por el verdadero evangelio, contendiendo por la verdadera fe, en lugar de declarar y defender el excremento que tú llamas amor, el cual andas regando por todas partes en el Nombre del Señor.
Tú escribes: “Yo puedo orar por ellos, sembrar semillas, ayunar por ellos y todo, pero al final es Dios quien da el crecimiento y honra nuestro clamor a Él a favor de los que no se han arrepentido ni preparado.”
¡Ciertamente! De nuevo contradices la Palabra de Dios con tu consejo de Nimrod, el poderoso cazador de almas, y con la infatuación con Astarot y Baal, los cuales apestan a hipocresía. Dime esto: Si Cristo puso Su vida por cada uno de nosotros y oró que todos fuéramos salvos, entonces según tus palabras, de que Dios “da el crecimiento y honra nuestro clamor a Él a favor de los que no se han arrepentido ni preparado,” se da por hecho, ¿no es así? Si Su oración no fue respondida, respaldada con Su sangre, ¿qué te hace pensar que tus comparativamente vanas oraciones, sin sangre, harán algo para mover a Dios? Si el sacrificio y oración de Su Hijo no son suficientes, ¿qué te hace pensar que los tuyos si lo son? ¡Qué necedad! ¡Qué diabólicamente santurronas son estas tus ideas! ¡Qué anti-Cristo! ¡Escúchate a ti misma, mujer! Hablo para que puedas escucharte, por tu propio bien.
¿Soy duro yo? Más vale que lo creas. Si tienes el derecho de escupir basura tan sucia de tu corazón y boca, mentiras inspiradas por demonios, en el Nombre de Dios, ¡cuánto más tengo el derecho yo, más bien, la responsabilidad, aun con palabras duras, de detener las bocas de los malvados que públicamente blasfeman el Nombre y Carácter de Dios todo el día! Como también profetizó de estos Enoc, el séptimo desde Adán, diciendo:
“He aquí, el Señor viene con decenas de millares de Sus santos, para ejecutar juicio contra todos, y convencer a todos los impíos de entre ellos, de todas sus obras impías que han cometido impíamente, y de toda palabra dura que los pecadores impíos han hablado contra Él. Éstos son murmuradores, querellosos, andando según sus concupiscencias; y su boca habla palabras infladas, adulando a las personas para sacar provecho.” (Judas 1:14-16)
Tú estás entre los que deben ser reprendidos, culpable de tales hechos y palabras, Marisa. Consíguete para ti misma un “espíritu enseñable,” y aprende, en lugar de verter palabras de totales tinieblas e ignorancia.
Solamente aprende de hombres de Dios, de los cuales somos nosotros, y no de gente poseída de demonios y temor como Mary Baxter. Yo me asusto de las tonterías que gente como tú cree, pensando que son de Dios. La revelación de ella no fue de Dios sino de la carne y/o de demonios. Dios no tuvo nada que ver con eso. ¡Qué despreciable asesinato del carácter del Señor Jesucristo! ¡Y tú lo crees! ¡Jesucristo no es ningún perdedor impotente, débil, sentimental, lastimero o inútil! Él es SEÑOR, GLORIFICADO, VICTORIOSO, EL QUE HA PREVALECIDO, DIGNO DE TODO HONOR, ALABANZA, GLORIA Y ADORACION PORQUE ÉL VENCIÓ AL MUNDO, A LA CARNE, AL DIABLO, AL INFIERNO Y LA MISMA MUERTE! Realmente, tú crees en Satanás y su poder y no en el Señor Jesucristo y el Suyo.
Marisa, ahora estoy siendo duro contigo, y espero, por tu bien, que te humilles, que te permitas ser reprendida tanto como lo necesitas y mereces, y que recibas la verdad que hasta ahora has aborrecido. Si tú llegas a ofenderte, entonces vete por tu camino, sufre lo que tengas que sufrir, y cuando estés harta de mentiras y sus consecuencias, Dios estará allí para encontrarte y liberarte de tus ilusiones de grandeza y falso amor, los cuales son contrarios a Él.
Tú me bendices, Marisa, y yo recibo esa bendición, a pesar de dónde estás tú. En cambio, yo pido que Dios abra tu corazón a la verdad, que tú te arrepientas y creas, y que Dios te dé la gracia de tomar la cruz y adorarlo a él en espíritu y en verdad.
Fervientemente y con conocimiento seguro (no hay otra forma), contendiendo por la fe una vez dada a los santos,
Víctor Hafichuk
Traducido al español por Edwin Romero
Translated into Spanish by Edwin Romero