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Una lectora nos preguntó acerca del Infierno, diciendo que ella pensaba que “los que no son salvos van allí.” Víctor respondió:
Hola Deborah,
En lo referente al Infierno, hombres perversos han tomado lo invisible y desconocido como herramientas para engañar y cegar a la gente para poder ejercer poder sobre ellos a través del misticismo y el temor. No encontrarás nada en el Viejo o en el Nuevo Testamento que hable de un lugar eterno de horrible tormento literal para los malos.
En esta respuesta que te envío cubriré muchos versículos acerca del Infierno. Date cuenta que el Infierno es tanto un estado como un lugar, lo cual es cierto en muchos sentidos. También tiene muchos niveles o grados, según la necesidad de sus ocupantes, tanto en este mundo como en el venidero. También discutiremos el fuego Bíblico, puesto que el Infierno y el fuego se identifican juntos en la Escritura, pero se han malentendido.
Dios está en el Infierno
Si el Infierno es un tormento en llamas, ¿Cómo puede alguien hacer su cama allí?
“Si subiere a los cielos, allí estás Tú; y si en el Seol [palabra hebrea traducida “Infierno” en la versión del Rey Santiago (KJV) y otras traducciones] hiciere mi estrado, he aquí, allí Tú estás.” (Salmo 139:8 RVR)
El Salmista aprendió que aunque él estuviera en tinieblas, turbulencia y temor, Dios estaba allí.
Los hombres dicen que Dios no está en el Infierno, pero eso no es lo que enseñan las Escrituras. No hay lugar donde Dios no esté, y no hay una cosa en la creación de lo cual Él esté completamente desconectado. Estas mismas personas que niegan Su presencia en el Infierno dicen que Él es omnipresente, es decir, que está en todas partes, y que no hay lugar donde Él no esté. Ellos se contradicen. Tienen razón cuando dicen que Él es omnipresente, y por lo tanto se equivocan cuando dicen que Él no está en el Infierno así como en el Cielo y en la tierra.
Y si Dios está en el Infierno, ¿cómo podría ser ese un lugar de horrible tormento interminable para quienes Él ha creado a Su imagen? ¿Es Él un sádico que disfruta ver sufriendo de esa manera a quienes Él ama? ¿Es Él alguien que participa de placeres vengativos como el de “te lo dije”? No, solamente los que están en el Infierno (tinieblas) enseñan cosas tan horribles acerca de Dios, nuestro Creador, Quien puso Su vida por nosotros para que pudiéramos, cada quien a su tiempo, vivir para Él.
La Naturaleza del Fuego Espiritual
Los fariseos, escribas y sus seguidores eran miembros y agentes del Infierno. Jesús lo dijo así. ¿Andaban ellos en medio de las llamas?
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del Infierno que vosotros.” (Mateo 23:15 RVR)
Sus lenguas eran instrumentos del Infierno (del griego, Gehena, antiguo basurero de Jerusalén donde la basura era quemada):
“Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros; contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y es inflamada del Infierno.” (Santiago 3:6 RVG)
A esos religiosos, Jesús les dijo: “¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo podréis escapar de la condenación [griego, krisis, juicio] del Infierno [griego, Gehena, el valle de Hinom, un botadero de basura y lugar en Jerusalén donde se quemaba la basura]?” (Mateo 23:33 RVG)
¿De qué estaba hablando Jesús? Él no estaba diciendo que no se podían escapar del Infierno, sino del juicio del Infierno. Ellos serían sometidos a juicio severo y purgados por un fuego espiritual, donde todo lo malo sería quemado. ¡El Infierno, no la persona, sería eliminado!
¿Hablaba Jesús de un fuego espiritual o físico cuando dijo: “Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal” (Marcos 9:49 RVR)?
¿Estaría el escritor de Hebreos hablando de la hoguera más grande que uno se habría imaginado cuando dijo: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia; porque ‘nuestro Dios es fuego consumidor‘.” (Hebreos 12:28-29 RVR)
¿Es Dios un fuego físico y literal?
“Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene Uno más poderoso que yo, de Quien no soy digno de desatar la correa de Su calzado; Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en Su mano, y limpiará Su era, y recogerá el trigo en Su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.” (Lucas 3:16-17 RVR)
¿Un “fuego que nunca se apagará” (Mateo 25:41-46)? ¿No se puede apagar el fuego? Sí, sí se apaga, pero el fuego espiritual de Dios debe continuar hasta que haya hecho su trabajo, por lo tanto no puede apagarse.
Cuando lo que se haya destinado a ser quemado deje de existir, el fuego de Dios dejará de actuar, así como en la naturaleza el fuego cesa cuando lo que lo inflama se ha consumido. Las Escrituras enseñan que el Lago de Fuego devorará a la Muerte, al Infierno y a todas las cosas que ofenden en la creación de Dios. Esas cosas no continuarán de manera indefinida.
Hay quienes se refieren a las palabras de Judas acerca de Sodoma y Gomorra para “probar” la realidad del Infierno y el fuego eterno:
“Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.” (Judas 1:7 RVR)
Pero tomemos la Traducción Literal de Young, por ejemplo, y veamos un uso de palabras más preciso en la traducción original del griego.
“Como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiéndose entregado a la prostitución e ido tras otra carne, han sido puestas desde antes – como ejemplo de fuego durante edades, sufrimiento de justicia.” (Judas 1:7 YLT)
¿Será esto sólo un asunto de opinión, interpretación y traducción? ¿Qué dijo Jesús acerca del final de Sodoma y Gomorra? Aquí lo tenemos:
“Y si en algún lugar no os recibieren ni os oyeren, salid de allí, y sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, para testimonio a ellos. De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para los de Sodoma y Gomorra, que para aquella ciudad.” (Marcos 6:11 RVR)
¿“Más tolerable para Sodoma y Gomorra”? ¿Quiso decir Él que en vez de 350 grados C. (la temperatura en que la madera se quema), la temperatura para Sodoma y Gomorra podría ser reducida a 100 grados C. (punto de ebullición del agua)? Si Sodoma y Gomorra han de sufrir para siempre jamás en llamas literales, ¿cómo es que va a ser más tolerable para ellos, a menos que sea algo correctivo, a menos que se haya de hacer justicia y misericordia y a menos que haya esperanza de un final bueno y que valga la pena? ¿No tendría sentido eso?
Hay quienes predican que las almas perdidas de la humanidad que no confesaron a Cristo como su Salvador personal serán sometidos a un fuego que los quemará para siempre, y que ni sus cuerpos (no diseñados para soportar fuego eterno) ni el fuego dejarán de ser.
¿Metería Jesús a todos en un fuego destructivo literal, diseñado especialmente para durar por siempre? ¿Con qué propósito? ¿Qué otro propósito tendría eso más que el de nada de nada? Y si Él hablaba de un fuego espiritual (lo cual así era), ¿sería para destruirlo todo, o sólo la “cizaña,” pero salvando el “trigo”?
1 Corintios 3:13-15 RVR
(13) La obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
(14) Si permaneciere la obra de alguno que sobredificó, recibirá recompensa.
(15) Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Jesús dijo: “Fuego vine a echar en la tierra; ¿y qué quiero, si ya se ha encendido?” (Lucas 12:49 RVR)
¿Es un fuego físico el que Él envía, o un fuego espiritual – Su Palabra de Verdad?
“¿No es Mi Palabra como fuego – declara el SEÑOR – y como martillo que despedaza la roca?” (Jeremías 23:29 LBLA)
Vino el día en que Jesús enviaría el fuego limpiador y purificador del Espíritu Santo, como lo prometió en Juan:
Hechos 2:2-4 RVG
(2) Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
(3) y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
(4) Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
¿Eran lenguas literales las que se posaron sobre los santos? ¿Sería que olía a pelo quemado, carne y ropa chamuscándose? ¿Llamaron a la estación de bomberos de Jerusalén que fuera al aposento alto?
Volvamos a lo del Infierno:
Si los residentes del Infierno se quedarán allí para toda la eternidad (un tiempo perpetuo, tiempo sin fin, como se usa esa palabra hoy), ¿cómo es que el Infierno entrega a los muertos que había en él?
“Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Infierno entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.” (Apocalipsis 20:13 RVG)
Si el Infierno es eterno, entonces ¿cómo es que es lanzado al Lago de Fuego para ser destruido junto con la Muerte?
“Y la muerte y el Infierno fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” (Apocalipsis 20:14 RVG)
Dos Muertes
Hay dos muertes.
La Muerte segunda es la que finalmente termina con todo mal y las consecuencias del mismo, incluyendo la primera Muerte y el Infierno, lo cual hace a través del Lago de Fuego. Cuando la Muerte es eliminada con el Lago de Fuego, entonces el Infierno también es destruido, como lo declaran las Escrituras. Entonces, ¿cómo puede haber un Infierno eterno, como los hombres creen y predican?
La primera Muerte es separación espiritual de Dios, la ausencia de comunión con Él, Quien es la Vida, lo cual fue lo que experimentaron Adán y Eva el día que comieron del árbol del conocimiento del Bien y del Mal:
“Y mandó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:16-17 RVR)
“Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.” (Génesis 3:6-7 RVR)
El Infierno viene automáticamente con la primera Muerte. Adán y Eva murieron, y con esa Muerte vino el Infierno. El Infierno no sólo es un lugar, como se supone comúnmente; es un estado de ser, que empieza y se establece en este mundo, en esta vida, en este reino.
Con la primera Muerte, Adán y Eva experimentaron auto-consciencia, ignorancia, duda, temor, dificultad, fracaso, pérdida, derrota, dolor, pesar maligno, sufrimiento, incertidumbre, culpa, vergüenza y en general la inseguridad de la desconexión con Dios. Eso es el Infierno. ¿Te identificas con eso? De verdad que el Infierno existe y con toda certeza hay sufrimiento allí.
Recuerda que Jesucristo vino a terminar con el último enemigo de la humanidad:
“Y el postrer enemigo que será destruido es la Muerte.” (1 Corintios 15:26 RVR)
Todos los hombres nacen dentro de la primera Muerte desde el vientre de su madre y viven en un estado de oscuridad espiritual conocido como el Infierno por causa del pecado:
“He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.” (Salmo 51:5 RVR)
El Señor Jesucristo puso Su vida y la volvió a tomar para terminar con el pecado y la primera Muerte. Terminar con la muerte primera también se conoce como la muerte Segunda.
¿Qué Es el Infierno?
El Infierno es un estado de oscuridad y tormento en varios niveles, uno de temor, atadura, pesar, desesperanza, incertidumbre, falta de seguridad, y como lo he dicho, de culpa y vergüenza. El “no saber nada” es el estado de los muertos. Ese es el Infierno.
Todos hemos estado en el Infierno, y para los más malvados hay mayores niveles o profundidades de Infierno:
“Porque Tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Infierno.” (Salmo 86:13 RVG)
“Y aquel siervo que sabía la voluntad de su Señor y no se preparó, ni hizo conforme a Su voluntad, recibirá muchos azotes. Pero el que sin saberla, hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque al que mucho le es dado, mucho le será demandado; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.” (Lucas 12:47-48 RVG)
¿Es para siempre el Infierno? Si es así, ¿por qué Dios hace subir del Infierno?
“El SEÑOR da muerte y da vida; hace bajar al Seol [Infierno] y hace subir.” (1 Samuel 2:6 LBLA)
Jonás también fue sacado del Infierno, donde fue dejado por un tiempo por rehusarse a obedecer la voz de Dios:
“En mi angustia clamé al SEÑOR, y Él me respondió. Desde el seno del Seol [Infierno/Hades] pedí auxilio, y Tú escuchaste mi voz.” (Jonás 2:2 LBLA)
Jonás fue “sepultado” en un gran pez. A propósito, ¿sentía ese pez un fuego en el estómago por la inflamación?
Es verdad que hay un fuego en el Infierno y las características son como las que he descrito. Es un fuego espiritual, y ese fuego de Dios no sólo está en el Infierno; está en todas partes para destruir al Infierno y todo lo que ofende. Como lo testifica el Señor:
“Porque fuego se ha encendido en mi furor, y arderá hasta lo profundo del Infierno [Hades – otra palabra hebrea que significa ‘mundo de los muertos,’ y se traduce ‘Infierno’]; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.” (Deuteronomio 32:22 RVG)
La gente entra en diferentes niveles o formas de Infierno y de muerte en esta vida, como por ejemplo cuando se someten a agentes que destruyen. La religión falsa es representada alegóricamente como una mujer adúltera, cuyos frutos son la Muerte y el Infierno (Seol). De maneras muy amorosas, ella destruye. La sabiduría advierte contra ella:
“Porque los labios de la mujer extraña destilan miel, y su paladar es más suave que el aceite; pero su fin es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen al Infierno [Hades/Seol]. Sus caminos son inestables; no los conocerás, si no considerares el camino de vida.” (Proverbios 5:3-6 RVG)
“Ahora pues, hijos, oídme, y estad atentos a las palabras de mi boca. No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas. Porque a muchos ha hecho caer heridos; y aun los hombres más fuertes han sido muertos por ella. Camino al Infierno [Hades/Seol] es su casa, que desciende a las cámaras de la muerte.” (Proverbios 7:24-27 RVG)
Proverbios 9:13-18 RVG
(13) La mujer insensata es alborotadora; es simple e ignorante.
(14) Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad,
(15) para llamar a los que pasan por el camino, que van por sus caminos derechos.
(16) Dice al que es simple: Ven acá. A los faltos de cordura, dice:
(17) Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso.
(18) Y no saben que allí están los muertos; que sus convidados están en lo profundo del Infierno [Hades/Seol].
Los muertos están en el Infierno – los físicamente muertos en una tumba física (Infierno), y los espiritualmente muertos en una tumba espiritual (Infierno). El sepulcro se conoce como Infierno (Hades/Seol); lo vuelvo a decir, el Infierno es ese lugar de tinieblas, sepultado o escondido de los vivientes. Así como una “sala de espera,” el Infierno es una prisión espiritual, un lugar o estado de cadenas de oscuridad.
Los hombres tratan de esconderse de Dios en el Infierno (Seol/Hades) y el Señor les advierte:
“Aunque caven hasta el Infierno [Seol], de allá los tomará Mi mano; y si subieren hasta el Cielo, de allá los haré descender.” (Amos 9:2 RVG)
Los hombres y la mayoría de las criaturas vivientes se esconden en la oscuridad, pero ¿tratarían de esconderse los hombres en las llamas? Y si Dios va a quemar a los malvados para siempre con llamas literales súper calientes, ¿los sacaría Él de esas llamas si siguen siendo ellos malvados? ¿Por qué no los dejaría Él allí? ¿A dónde los llevaría, y para qué?
Verdaderamente que esconderse de Dios es el Infierno. En el Infierno, experimentamos amargura, autocompasión, resentimiento y odio. Sentimos egoísmo, celos, venganza, envidia y lujuria de la carne. En el Infierno, estamos en enemistad con Dios, por naturaleza, resistiendo Su voluntad. Y en ese estado, ya estamos en contacto con el fuego de Dios, porque Él está trabajando en acabar con la Muerte y el Infierno que llevamos dentro. Dios no dejará al hombre con sus inventos destructivos para siempre.
Obviamente, el Hades/Seol no es lo que los hombres han enseñado. Lo mismo sucede con lo del Cielo: “Y si subieren a los Cielos, de allí los haré descender.” En verdad, hay muchos más misterios y significados diferentes en la vida, la Muerte, el Cielo y el Infierno de lo que los hombres han creído y enseñado. Y estos elementos están mucho más cerca y más involucrados en nuestra existencia de lo que nos damos cuenta.
La mayor porción del dolor que el Señor tuvo que sufrir fue el experimentar los elementos de un alma que se encuentra en toda maldad:
“Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.” (2 Corintios 5:21 RVR)
Jesús dijo que Él les estaría hablando a los muertos (a los que están desconectados de Dios y en oscuridad espiritual), y que ellos oirían Su voz:
“De cierto, de cierto os digo: Vendrá hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en Sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en Sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.” (Juan 5:25-27 RVG)
Jesús fue al Infierno cuando murió, al sepulcro, así como lo testificaron David y Pedro, pero no fue retenido allí. Más bien, El venció a la Muerte y al Infierno a favor de nosotros:
Hechos 2:22-32 RVR
22 Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de Él, como vosotros mismos sabéis;
(23) a Éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;
(24) al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.
(25) Porque David dice de Él: Veía al Señor siempre delante de Mí; porque está a Mi diestra, no seré conmovido.
(26) Por lo cual Mi corazón se alegró, y se gozó Mi lengua, y aun Mi carne descansará en esperanza;
(27) Porque no dejarás Mi alma en el Hades, ni permitirás que Tu Santo vea corrupción.
(28) Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.
(29) Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
(30) Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,
(31) viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que Su alma no fue dejada en el Hades [Infierno], ni Su carne vio corrupción.
(32) A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Pedro se refería a las palabras de David profetizando de Jesús en los salmos mil años antes: “Porque no dejarás Mi alma en el Infierno; ni permitirás que Tu Santo vea corrupción” (Salmo 16:10 RVG)
Después de Su resurrección, Jesús les predicó a los que perecieron en los días de Noé, miles de años atrás, almas que estaban en el Infierno y estaban muertos para este mundo, como también lo declara Pedro:
1 Pedro 3:18-20 RVG
(18) Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado por el Espíritu;
(19) en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados [Infierno];
(20) los cuales en tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se aparejaba el arca; en la cual pocas, es decir, ocho almas fueron salvadas por agua.
David experimentó y habló desde el Infierno (Seol/Hades) en esta vida. ¿Se estaba quemando allí él? Él dice:
“Me rodearon los dolores de la muerte, y torrentes de hombres perversos me atemorizaron. Dolores del Infierno me rodearon, me previnieron lazos de muerte.” (Salmo 18:4-5 RVG)
Haya sido David u otro salmista, esta persona relata la experiencia de la Muerte y el Infierno en este mundo y la liberación de esos lugares dada por Dios:
Salmo 116:1-6 LBLA
(1) Amo al SEÑOR, porque oye mi voz y mis súplicas.
(2) Porque a mí ha inclinado su oído; por tanto le invocaré mientras yo viva.
(3) Los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Infierno vinieron sobre mí; angustia y tristeza encontré.
(4) Invoqué entonces el nombre del SEÑOR, diciendo: Te ruego, oh SEÑOR: salva mi vida.
(5) Clemente y justo es el SEÑOR; sí, compasivo es nuestro Dios.
(6) El SEÑOR guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.
Pedro habla de mensajeros puestos en la prisión del Infierno:
“Porque si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al Infierno [griego, Tártaro, el nivel más bajo del Hades o Seol] y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio [griego, Krisis, corrección]” (2 Pedro 2:4 RVG)
¿Es para Siempre el Infierno?
Quienes enseñan un Infierno eterno (para siempre, tiempo sin fin) simplemente enseñan que el Infierno es la Omega (la “Z” en español) al implicar que el mismo no tiene final. Pero solamente de Jesucristo se dice que Él es el fin de, o después de, todas las cosas:
“Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.” (Apocalipsis 1:8 RVG)
“Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz [la del Señor], como de trompeta, que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último” (Apocalipsis 1:10 RVG)
El Fuego del Juicio Es para Corrección, No para Destrucción
Cuando el Señor habla del Infierno, no habla del mismo como lo han imaginado o interpretado los malintencionados charlatanes e ignorantes:
“Mas yo os digo que cualquiera que sin razón se enojare contra su hermano, estará en peligro del juicio [corrección]; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, estará en peligro del concilio [un concilio para juicio correctivo]; y cualquiera que le dijere: Fatuo, estará expuesto al Infierno de fuego [del griego, Gehenna, un valle en Jerusalén que servía como crematorio de la ciudad para destruir los desechos, se usa aquí metafóricamente para significar la quema de lo inservible en nosotros, como la injusticia y el enojo innecesario, y todos lo necesitamos, pero no para siempre, sólo hasta que deje de ser].” (Mateo 5:22 RVG)
“Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea lanzado al Infierno [Gehenna]. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que uno de tus miembros se pierda, y no que todo tu cuerpo sea lanzado al Infierno [Gehenna].” (Mateo 5:29-30 RVG)
Jesús no está hablando de amputaciones literales y, en ese contexto, tampoco está hablando Él de cuerpos literales ardiendo en llamas literales del Infierno. Cuando nos hacemos daño unos a otros, y si persistimos, somos castigados y sometidos a un estado de tormento, parte de lo cual es culpa multiplicada y otros frutos similares a los que hemos impuesto sobre otros, hasta que “aprendamos la lección” y seamos limpios del mal que hemos hecho. Nuestros espíritus y actitudes son corregidos, no sólo para entender mejor, sino también para hacer mejor. Sólo Dios puede hacer esto por y para nosotros, y Él lo hace a través del fuego:
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a Aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el Infierno [el fuego de Gehena].” (Mateo 10:28 RVG)
¿Qué Es la Destrucción?
¿“Destruir”? ¡Sí! Él es capaz de hacer todas las cosas, pero Él no quiere que ninguno perezca; Él los traerá a todos al arrepentimiento, cada hombre en su orden. Pero hay una destrucción acondicionada para cada quien. Yo fui destruido cuando fui salvo por Su sangre a través del nuevo nacimiento. Nunca volví a ser el mismo. Ahora soy una nueva criatura:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17 RVR)
Aunque algunos han sido sujetados al fuego para purificación, otros están encarcelados en cadenas de oscuridad por un tiempo hasta un día de juicio (corrección), en el cual también ellos serán limpiados por fuego:
“Y tú, Capernaúm, que hasta el Cielo eres levantada, hasta el Infierno [griego, Hades – lo ‘invisible’] serás abatida; porque si en Sodoma hubiesen sido hechos los milagros hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo, que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti.” (Mateo 11:23-24 RVR)
Sin embargo, en las Escrituras no se menciona en lo mínimo un tiempo de tormento sin fin, o de tormento sólo por atormentar, excepto por la traducción errada de la palabra hebrea “edad,” “olam” y la palabra griega “eon,” significando “eterno,” con el fin de agradar a gobernantes religiosos quienes creían en doctrinas paganas, como en los tiempos del Rey (inglés) Santiago.
La Capernaum de Israel fue en un tiempo una ciudad próspera y activa, la cual, a causa de sus pecados, fue desolada y dejada en oscuridad (Hades). No hay señales de llamas ardientes eternas literales, pero la gente mira esas cosas solamente porque se les ha enseñado falsedad. Apeguémonos a lo que dice la Biblia e ignoremos lo que los hombres presumen o pretenden que la Biblia diga, de acuerdo con doctrinas Infernales de hombres.
El Lago de Fuego No Eterno
Tampoco es el Lago de Fuego la Omega, un fin en sí mismo, a menos que Jesucristo sea el Lago de Fuego – lo cual es Él– pero Su obra en las almas, y la Muerte y el Infierno no son eternos como lo es Él. Por lo tanto, aunque Él continúa, Su obra termina. Sí, Él es ese fuego que no se apaga y que nunca muere (porque nuestro Dios es fuego consumidor – Hebreos 12:29), mas la destrucción de todo mal llegará a su final. El hecho de que el fuego arda para siempre no sugiere que las cosas que quema duren para siempre. Esa es una suposición teológicamente errada y aborrecible que muchos hacen.
¿No está escrito que estas cosas pasarán, y que todas las cosas serán hechas nuevas?
“Y enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, Yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.” (Apocalipsis 21:4-5 RVG)
El Lago de Fuego hará lo que tiene que hacer hasta que el trabajo sea completado. ¿Por qué habría de terminarse la muerte, pero durar para siempre en el fuego? ¿Por qué habría de ser para siempre el Infierno, o cualquier otra cosa que no se quiera o que no se necesite?
“Y el diablo, quien los hace extraviarse, fue echado al Lago de Fuego y Azufre, donde están la bestia y el falso profeta, y serán atormentados de día y de noche – por las edades de las edades.” (Apocalipsis 20:10 YLT)
El Señor habla del día del juicio. La palabra “juicio” (griego, krisis) habla de “justicia.” ¿Es la justicia de Dios para con alguien creado a Su imagen una justicia de destrucción o de completa condenación para toda la eternidad? ¿Es eso lo que vemos en la cruz de Jesucristo? ¿No es capaz Él de arreglar o corregir a quienes Él hizo y por los cuales Él pagó con Su carne y Su sangre porque era necesario arreglarlos? Si Él puede levantarse de entre los muertos, ¿qué no podrá hacer Él?
Está escrito y se ha dicho que para Dios nada es imposible, pero yo digo que sí hay una cosa que Él no puede hacer, y esa es fracasar. Tirar al basurero de la ciudad algo que se ha roto o que se arruinó es una pérdida contaminante y un fracaso. Si el hombre puede reciclar y reparar, ¿Cuánto más puede hacer Dios? Condenar a un alma viviente a destrucción perpetua no es nada menos que un dramático testimonio de inestimable fracaso. Tenemos un Dios mucho más grande que ese. Si no, deberíamos buscarnos otro.
Victoria Total Asegurada
Jesús le dijo a Pedro, “Y Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia, y las puertas del Infierno [Hades] no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18 RVG)
¿De qué estaba hablando Jesús? ¿Era que Su Cuerpo, Su Congregación/Asamblea, iba a asaltar las puertas del Infierno? ¡Sí! Pero si el Infierno no es más que llamas eternas quemando a la gente que nunca escapará del tormento, ¿por qué la Iglesia de Dios, Su Cuerpo, tendría que arremeter contra el mismo? Si lo hecho hecho está cuando las almas van al Infierno a quemarse para siempre, como enseña la religión tradicional, entonces ¿qué caso tendría? ¿Qué podría hacer el Cuerpo de Cristo? Entonces debemos creer que el concepto ortodoxo nominal común del Infierno no es nada verdadero.
Entonces, ¿qué está diciendo Jesús? Él está diciendo que cuando los santos que compones Su Cuerpo vienen en contra de los poderes y posiciones de las tinieblas (Infierno), o si los poderes del Infierno vienen en contra de los santos, Su Congregación, los santos prevalecerán. Al ser enviado nosotros por Dios para hablarte la verdad a ti por la unción de Su Espíritu, el Infierno no podrá retenerte para siempre. Eso va para todos los que están en sus tumbas (Infierno espiritual) quienes oyen la Voz del Hijo de Dios. Ellos saldrán y vivirán. El Infierno y su poder serán derrotados, igual que la Muerte será derrotada.
La vida y la redención son inevitables, porque nada puede prevalecer en contra del más grande poder en toda la existencia, es decir el Poder de la Resurrección y de la Vida del Señor Jesucristo. Resurrección significa derrota de la Muerte, ¿no es así? La Muerte y el Infierno no tienen probabilidades. Por el poder de la vida de resurrección, la prisión del Infierno se abre y es saqueada:
Isaías 61:1-4 LBLA
(1) El Espíritu del Señor DIOS está sobre Mí, porque Me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros;
(2) para proclamar el año favorable del SEÑOR, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran,
(3) para conceder que a los que lloran en Sion se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del SEÑOR, para que Él sea glorificado.
(4) Entonces redificarán las ruinas antiguas, levantarán los lugares devastados de antaño, y restaurarán las ciudades arruinadas, los lugares devastados de muchas generaciones.
Redención, restauración, reconciliación, restitución – estas cosas son el plan de Dios para toda Su creación:
“Y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo; así las que están en la tierra como las que están en el cielo, haciendo la paz mediante la sangre de Su cruz.” (Colosense 1:20)
“¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley. Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Corintios 15:55-57 RVG)
Si la Muerte es vencida de una vez por todas, ¿por qué no el oscuro y húmedo calabozo del Infierno, el cual vino con la Muerte?
Así que como puedes ver, Deborah, los hombres no han enseñado sobre la muerte y el Infierno como deberían, y Jesús no dijo ni quiso decir las cosas que ellos dicen que Él dijo o quiso decir en cuanto a la Muerte y el Infierno.
Una cosa más: ¿Qué de la historia de Lázaro y el hombre rico y la mención del Infierno en llamas? Lee The Rich Man and Lazarus – A Pagan Parable. Aun si la historia fuera de Dios, no se interpretaría en términos literales sino espirituales, pero no es una historia inspirada por Dios, y nosotros damos la explicación en ese sentido.
Yo estuve allí en el Infierno, esa prisión y sepulcro espiritual, espiritualmente muerto, pero ya no más, porque Él me hizo oír Su Voz allí y me hizo volver de los muertos. Tú estás allí todavía, como es el caso de todos los incrédulos, pero ahora el Señor te está concediendo el privilegio de oír Su Voz y salir de la Muerte y del Infierno, como nos lo concedió a nosotros. Él ha venido a redimirte. De otra manera, tú no estarías aquí considerando y averiguando acerca de las cosas de la vida, haciendo estas preguntas, y nosotros no te estaríamos respondiendo.
Lee nuestra sección The Restitution of All Things.
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Un lector pregunta: “¿Cuál es la verdad acerca del cielo?” ¿Quién puede responder con conocimiento a esta pregunta sino alguien que esté en el Cielo, y que lo sepa por haber sido trasladado desde el Infierno? Este es un asunto de experiencia y revelación.
Traducido al español por Edwin Romero
Translated into Spanish by Edwin Romero