Doctrina Diabólica: Satanás Fue en un Tiempo un Ser Bueno

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Existe la prevalente doctrina de que Satanás fue en un tiempo un ángel glorioso, en armonía con la bondad de Dios, pero que el orgullo y la ambición lo tomaron y él se rebeló. Las Escrituras principales usadas para apoyar esta doctrina son las de Ezequiel 28 e Isaías 14, interpretando al rey de Tiro y a Lucifer como Satanás. Sin embargo, echémosle un vistazo más de cerca a esas Escrituras:

Ezequiel 28:11-19 RVG
(11) Y vino a mí palabra del Señor, diciendo:
(12) “Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de Tiro, y dile: ‘Así dice el Señor Dios: Tú eras el sello a la proporción, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura.
(13) En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, el topacio, el diamante, el berilo, el ónice, el jaspe, el zafiro, la esmeralda, el carbunclo y el oro; los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados en ti el día que fuiste creado.
(14) Tú, querubín ungido, protector; Yo te puse así; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
(15) Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
(16) A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo cual Yo te echaré por profano del monte de Dios, y te destruiré, oh querubín protector, de entre las piedras de fuego.
(17) Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; Yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
(18) Con la multitud de tus maldades, y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; Yo, pues, sacaré fuego de en medio de ti, el cual te consumirá, y te pondré en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
(19) Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.’”

No miramos evidencia aquí de que Ezequiel estuviera profetizando sobre Satanás, una criatura celestial que se haya corrompido, que existía antes de que el hombre fuera creado. Además, no hay nada en estas Escrituras que diga que Satanás haya sido alguna vez un “querubín protector.” Tal doctrina contradice a Jesús, Quien dijo que Satanás (el diablo) era mentiroso y homicida desde el mero principio:

“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer; él ha sido homicida desde el principio, y no permaneció en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla, porque es mentiroso y padre de mentira.” (Juan 8:44 RVG)

Antes que Adán y Eva pecaran, se declaró acerca de la serpiente que Dios creó:

“Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el SEÑOR Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ‘¿Conque Dios os ha dicho: No comeréis de ningún árbol del huerto?’” (Génesis 3:1).

¿De cuál principio estaba hablando el Señor al referirse al diablo? ¿El de la humanidad? ¿El de la tierra? ¿El del Cielo? La respuesta es bastante simple: Él hablaba del principio de la serpiente (Satanás), el cual ocurrió en el sexto día. ¿No es esa la conclusión más razonable?

Luego está este pasaje:

Isaías 14:4-17 LBLA
(4) “Pronunciarás esta burla contra el rey de Babilonia, y dirás: ‘¡Cómo se ha acabado el opresor, y cómo ha cesado el furor!
(5) El SEÑOR ha quebrado el báculo de los impíos, el cetro de los gobernantes
(6) que golpeaba con furia a los pueblos con golpes incesantes, que sometía con ira a las naciones en persecución incesante.
(7) Toda la tierra está en reposo, está quieta; prorrumpe en gritos de júbilo.
(8) Aun los cipreses y los cedros del Líbano se alegran a causa de ti, diciendo: “Desde que fuiste derribado, no ha subido talador contra nosotros.”
(9) El Seol, desde abajo, se estremece por ti al recibirte en tu venida; por ti despierta a los espíritus de los muertos, a todos los jefes de la tierra; levanta de sus tronos a todos los reyes de las naciones.
(10) Todos ellos responderán y te dirán: “También tú has sido debilitado como nosotros, has venido a ser semejante a nosotros.”
(11) Han sido derribadas al Seol tu ostentación y la música de tus arpas; debajo de ti las larvas se extienden como cama, y los gusanos son tu cobertura.
(12) ¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! [La RVG dice “Lucifer.”] Has sido derribado por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
(13) Pero tú dijiste en tu corazón: “Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, y me sentaré en el monte de la asamblea, en el extremo norte.
(14) Subiré sobre las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo.”
(15) Sin embargo, has sido derribado al Seol, a lo más remoto del abismo.
(16) Los que te ven te observan, te contemplan, y dicen: “¿Es éste aquel hombre que hacía temblar la tierra, que sacudía los reinos,
(17) que puso al mundo como un desierto, que derribó sus ciudades, que a sus prisioneros no abrió la cárcel?”’”

Estas palabras se le dijeron al rey de Babilonia, Nabucodonosor, a quien Dios le había concedido poder grande y glorioso. Él conquistó y juntó a todas las naciones vecinas bajo su dominio. Dios lo hizo la cabeza de oro, como se lo dijo Daniel. Nabucodonosor reinó sobre el más grande imperio en la historia hasta este día:

“Tú, oh rey, eres rey de reyes, a quien el Dios del Cielo ha dado el reino, el poder, la fuerza y la gloria; y dondequiera que habiten los hijos de los hombres, las bestias del campo o las aves del cielo, Él los ha entregado en tu mano y te ha hecho soberano de todos ellos; tú eres la cabeza de oro.” (Daniel 2:37-38 LBLA)

Como nos informa Daniel, Nabucodonosor se enorgulleció, y Dios lo derribó:

Daniel 4:28-34 RVG
(28) Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor.
(29) Al cabo de doce meses, paseando en el palacio del reino de Babilonia,
(30) habló el rey, y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia, que yo edifiqué para casa del reino, con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi grandeza?
(31) Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando descendió una voz del cielo, diciendo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor; el reino es traspasado de ti:
(32) Y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán: y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que reconozcas que el Altísimo señorea en el reino de los hombres, y que a quien Él quiere lo da.
(33) En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como las plumas de águila, y sus uñas como de aves.
(34) Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fue vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es eterno, y su reino por todas las edades.

¿De dónde venía el rey de Babilonia? ¿No era él un descendiente de Adán, quien fue el “lucero de la mañana, el hijo de la aurora” en Edén? ¿No se refiere Isaías al linaje del hijo de Dios, Adán, quien fue corrompido por la serpiente en Edén?

¿No fue Adán ese “querubín ungido protector” (Ezequiel 28), reinando en Edén hasta la caída, al participar del fruto prohibido del Árbol del Conocimiento, creyendo que se haría sabio, conociendo el bien y el mal, como Dios?

Génesis 3:2-6 RVG
(2) Y la mujer respondió a la serpiente: “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
(3) pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: ‘No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.’”
(4) Entonces la serpiente dijo a la mujer: “No moriréis;
(5) mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.”
(6) Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido y él comió con ella.

Nosotros sabemos por las propias palabras del Señor que Satanás no era un ángel que se corrompió. Satanás nunca fue “bueno” excepto en el sentido de que él fue creado como se planeó. Nunca existió un dragón o una serpiente moralmente buenos. Jesús lo dijo así. Creámosle a Él y terminemos con la confusión que hay en las explicaciones de las cosas que los hombres carnales no entienden. Erramos cuando leemos en la Biblia lo que no está allí o cuando ignoramos lo que está allí.

Pero ¿quién es Satanás? Lea El Origen e Identidad de Satanás para mayor explicación.

Considere la alternativa a creer que Satanás fue un ángel bueno que se corrompió: En vez de mirar la existencia del hombre como una larga historia de descomposición en manos de un archi-enemigo, sepa que Dios, nuestro soberano Señor, usa el mal que Él creó (Isaías 45:5-7) para el bien. ¡Gloria a Su Nombre!

 

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