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Una madre que profesaba creer en Cristo y defendía la doctrina del tormento eterno una vez se quedó con sus hijos mirando a un gato que jugaba con un ratón antes de devorarlo. Ella no pudo soportar mirar eso, así que tomó a sus hijos y se fue a su casa.
¿Qué significaba este ratón para ellos? Solamente era una peste portadora de enfermedades que, si tuviera la oportunidad, contaminaría almacenes de comida, plantaciones y agua potable, lo cual según los reportes había sucedido. Sin embargo, en su carnalidad, ellos tuvieron compasión por el roedor.
“¡Ese gato es cruel!” comentó ella. ¿De verdad? ¿Qué tan cruel fue el destino de ese ratón comparado al de un humano condenado a tormento eterno, como ella alegaba que sucedería?
Considere que el gato posiblemente tuvo al ratón paralizado, de modo que no sentía dolor – una provisión de Dios en la naturaleza para beneficio de los ratones. Considere que el gato devoró al ratón para sostenerse, no para atormentarlo eternamente.
Jesús constantemente usaba elementos y eventos de la naturaleza para enseñar verdades espirituales. ¿Dónde en la creación miramos que Dios enseñe el tormento eterno? No lo vemos. ¿Qué tiene de bueno atormentar un alma para siempre?
Considere que el ratón no podía razonar, ni sentir culpa o pesar, como nosotros. Aun así los proveedores de esta doctrina de demonios combinan la angustia mental con horrible dolor físico para esas almas tan desafortunadas quienes no fueron tan sabios en su elección de vida.
Considere que el ratón no fue creado a la imagen de Dios y, como los gorriones (Lucas 12:6-7) y la hierba (Isaías 40:8), tenía tan poco valor comparado con un ser humano.
Considere que el ratón no tenía el tormento de perder seres queridos a quienes extrañaría y quienes lo extrañarían. Además, el ratón no tenía seres queridos escogidos para tener el favor del gato, disfrutando extasiados la compañía del gato, y mirando al ratón ser atormentado y comido, pero nunca devorado.
Finalmente, el gato no era ese ser todo-amoroso que se enseña que Dios es y de lo cual las Escrituras dan testimonio. ¿Cuándo un gato puso su vida por todos los ratones?
¿Cómo podemos nosotros creer tan ignorante y tontamente que un Dios todo-amoroso tomaría a los que no creen en Jesucristo en esta vida y condenarlos a un horrible tormento eterno? ¿Cómo podríamos creer que Él hasta los equiparía con un cuerpo especial para sufrir la destrucción e inmenso dolor para siempre, pero sin ser destruidos nunca? ¿Todo eso por el simple propósito de hacerlos sufrir continuamente?
De acuerdo con esta atroz doctrina, de aquí a un trillón de años, los condenados continuarán gritando y retorciéndose en terrible agonía sin respiro, y el tormento apenas estará comenzando. Mientras tanto, Aquél que puso Su vida por ellos, y luego los dejó en esas circunstancias, está en reposo con Sus amados, disfrutando comunión con ellos y ellos con Él. Los amigos y familiares que no creyeron están aprisionados para siempre en constante y horrible agonía, pero eso no parece molestarle ni a Aquél que se entregó a Sí Mismo para quitar el sufrimiento y para enjugar toda lágrima, ni a aquellos cuyas lágrimas han sido enjugadas. Uno sólo puede oírlos cantando el himno, “Gozo Inefable y Lleno de Gloria,” ahogando así los alaridos de sus desdichados esposos y esposas, padres y madres, hermanos y hermanas, hijos e hijas que no creyeron.
¿Los incrédulos sufrirán para siempre, y para qué? ¿Llegarán a creer? No. Los salvos pueden sentarse allí lamiendo sus helados, diciendo: “¡Se los dijimos! ¡Miren, nosotros no éramos tan tontos como ustedes pensaron! Nosotros somos buenos y ustedes son malos.” Y Dios les dirá a los que estén en sufrimiento: “¡Ustedes no Me creyeron! Tuvieron su oportunidad. Ahora aguántensela – para siempre.”
¿De qué podría servir el hecho de que las almas estén sufriendo un atroz dolor eternamente? ¿No convertiría eso al castigo agonizante en la Omega, en vez de a Jesucristo, el Alfa y la Omega (Apocalipsis 1:8)? ¿No está en el poder misericordioso de Dios sacar de su miseria a una sufriente criatura? ¿No puede Él tomar la vida, así como darla?
¿Disfrutaría Dios con otros, y ellos con Él, mientras otros sufren así? ¿Qué clase de odiosa personalidad haría eso? En nuestra naturaleza dada por Dios, aún la de inicuos caídos, nos horrorizamos por los gobernantes que, sin consciencia ni sentimiento, imponen sus crueles voluntades sobre personas que son posiblemente culpables de crímenes inimaginables. Sin embargo, muchos andan predicando de un Dios Quien sobrepasa por mucho la crueldad de todos los peores hombres combinados que hayan vivido en la tierra, mientras le llaman un Dios compasivo.
Jesús dijo una vez: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los Cielos dará cosas buenas a los que le piden?” (Mateo 7:11). Si esta mujer, siendo mala, no puede soportar el tormento temporal y controlado de un animal en el presente orden de cosas, ¿cómo podría el Padre del Cielo, siendo bueno, estar dispuesto a gobernar para siempre, junto con Sus hijos, sobre el tormento eterno de personas que fueron una vez creadas a Su imagen?
¡Y Él ni siquiera se los come después de tostarlos! ¡Qué terriblemente diabólica es esta doctrina! Esta doctrina fue concebida por Satanás, quien gusta de las cosas de los hombres, para paralizar con temor a las almas. Sin embargo, no es por medio del temor al mal que somos salvos, sino por la gracia amorosa de Dios a través de la fe. No es por la fuerza del hombre, sino por la atracción del Padre que entramos al Reino de Dios.
En Harvest Haven, criamos ovejas. Si las forzamos a avanzar, les da miedo; si las guiamos, ellas siguen. Cuando tienen miedo, las ovejas no van donde necesitan ir. Las doctrinas terroristas deberían hacer sonar la alarma de que algo anda mal.
Sí, la versión RVR dice que hay tormento en el Lago de Fuego para siempre jamás. Si usted investiga las Escrituras, sin embargo, se dará cuenta que “para siempre” no significa “para siempre,” en la manera que usamos la expresión (Lea The True, Scriptural Meanings of “Forever,” “Everlasting,” and “Hell”).
Ejemplo: “Como Sodoma y Gomorra, y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que ellos, habiéndose dado a la fornicación e ido en pos de carne extraña, fueron puestas por ejemplo; sufriendo el castigo del fuego eterno.” (Judas 1:7 RVG)
Pero Dios promete restaurar a Sodoma a su anterior estado de prosperidad, junto con la ramera Israel:
Ezequiel 16:53-55 LBLA
(53) Yo, pues, haré volver a sus cautivos, los cautivos de Sodoma y de sus hijas, y los cautivos de Samaria y de sus hijas, y los cautivos de tus cautiverios entre ellas,
(54) para que tú lleves tu confusión, y te avergüences de todo lo que has hecho, siéndoles tú motivo de consuelo.
(55) Y tus hermanas, Sodoma con sus hijas y Samaria con sus hijas, volverán a su primer estado; tú también y tus hijas volveréis a vuestro primer estado.
Obviamente Dios no quiere decir “para siempre” o “eternamente” como los hombres carnales lo han interpretado.
Hablando del fuego eterno, ¿cuál es su propósito? ¿Es algo literal o figurativo? ¿Y qué significa “eterno”?
El “Lago de Fuego” es figurativo, como lo es el “fuego” cuando habla de que nosotros somos bautizados con el Espíritu Santo y fuego. No es que un fuego espiritual sea algo menos poderoso y doloroso que uno literal, pero es un fuego que corrige, purga, y purifica, para un buen final. No es un fuego que castiga para siempre sólo por castigar.
Uno escucha esta objeción cuando responde a la doctrina del sufrimiento eterno: “Sí, Dios es amor, pero Él también es un Dios justo, y nosotros tenemos que pagar la pena por nuestros pecados si no nos arrepentimos.”
¿No dice la Biblia que es Dios Quien nos da el querer como el hacer por Su buena voluntad (Filipenses 2:13)? ¿Cómo podríamos reclamar algún crédito? ¿No es por gracia a través de la fe que somos salvos, y que esa fe no es de nosotros, sino un regalo de Dios (Efesios 2:8-10)? ¿No significa eso que Él da la fe gratuitamente a quienes no la merecen?
Somos criaturas vengativas, minúsculas, rabiosas, increíblemente crueles y sin misericordia al hacer a Dios a nuestra imagen. Imponemos un Dios tirano sobre las vidas de los que queremos controlar amenazándolos con las peores consecuencias posibles si ellos no se ajustan a nuestra voluntad. Eso es lo que hace el pecado a nuestra mentalidad y actitud. Pero Jesucristo no es así:
“Pero Jesús, llamándolos, les dijo: ‘Sabéis que los que parecen ser príncipes de los gentiles, se enseñorean sobre ellos; y los que entre ellos son grandes, tienen potestad sobre ellos. Pero no será así entre vosotros; antes el que quisiere ser grande entre vosotros, será vuestro servidor’” (Marcos 10:42-43 RVG)
Lea El Estado y Destino del Infierno, Whose Will Is Free?, y examine nuestra sección The Restitution of All Things, especialmente The Great Promise of the Lake of Fire and the Second Death y The True, Scriptural Meaning of “Forever,” “Everlasting,” and “Hell”.
Considere la alternativa a creer en esta doctrina: ¿Quién sabe? ¡Usted hasta podría llegar a amar a Dios si usted se arrepintiera y lo llegara a conocer como es Él!
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