Hay una moda religiosa que está barriendo con el cristianismo nominal, la de participar en prácticas y tradiciones judías. Muchos investigadores han determinado que hay preciosas verdades por descubrir en tipos y sombras, con grandes y extrañas bendiciones. Los buscadores están corriendo hacia este pensamiento porque ellos están espiritualmente vacíos. Ellos están insatisfechos en sus iglesias y sus sistemas de creencia y adoración; ellos están insatisfechos por dentro por causa de su incredulidad.
Esto es algo curioso y triste. ¿Qué tienen que ofrecer los judíos circuncidados solamente en la carne, más que los judíos circuncidados del corazón? El apóstol Pablo les escribe a la asamblea de los santos romanos:
“Mas digo: ¿No lo sabe Israel? Primeramente Moisés dice: ‘Yo os provocaré [a los judíos en la carne] a celos con los que no son Mi pueblo [los gentiles]; con gente insensata [los gentiles] os provocaré a ira.’ También Isaías dice osadamente: Fui hallado de los que no Me buscaban [los gentiles]; Me manifesté a los que no preguntaban por Mí [los gentiles]. Pero acerca de Israel [judíos en la carne, no circuncidados del corazón] dice: Todo el día extendí Mis manos a un pueblo rebelde y contradictor.’” (Romanos 10:19-21; Deuteronomio 32:21; Isaías 65:1).
La gente que está acudiendo a las prácticas y tradiciones de adoración judías a menudo profesa ser creyentes nacidos de nuevo. Las Escrituras anteriores declaran que son los creyentes, los gentiles circuncidados del corazón los que deben provocar a celos a los judíos incrédulos, no al revés. Pero lo que vemos son creyentes profesantes espiritualmente vacíos buscando ser alimentados por las costumbres de aquellos que están tan vacíos como ellos mismos, todavía atrapados en sus sombras y ordenanzas, sin la Realidad de Cristo.
Yo compararía tal buscador a uno que debería ser maestro de secundaria, pero que vuelve al kínder como estudiante porque él simplemente no tiene lo que cree que debería tener o le gustaría tener. Él está buscando su educación en los que deberían ser sus estudiantes, en lugar de ser él capaz de ministrarles en sus extremas necesidades. Estos creyentes profesantes creen que los movimientos Mesiánicos son el más reciente y maravilloso, sino el último, mover del Espíritu de Dios en este último tiempo; ellos miran a la oscuridad como si fuera la luz más brillante.
Jesucristo vino en la carne hace 2,000 años para cumplir muchos de los tipos y sombras que los judíos religiosos practican hoy, tanto dentro como fuera de los círculos Mesiánicos. Después de Su venida, la Realidad interior quedó disponible para nosotros. Como les dijo Pedro a los judíos reunidos en Jerusalén en el Pentecostés:
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.” (Hechos 2:38-39)
Uno puede estar inmerso en el Señor Jesucristo, la Fuente de la Vida – Dios Mismo. Si es así, ¿qué necesidad hay de ceremonias, ordenanzas, tipos y sombras? Uno puede y debe tener el Cumplimiento Esencial. ¿Por qué habría yo de seguir enfocándome en la tusa, si ya tengo el elote?
Usted que es una rama injerta del árbol de olivo encontrará que no hay nada que valga la pena en las hojas y ramas muertas desechadas hace tiempos. El fruto que usted busca tiene que estar en la rama injertada – en usted. Usted tiene que ir hacia adelante, no hacia atrás; hacia arriba, no hacia abajo; hacia dentro, no hacia fuera. Usted necesita buscar al Señor Dios Mismo, y si usted lo hace con todo su corazón y alma, usted lo encontrará (Jeremías 29:13).
“El que a Mí viene, Yo no le echo fuera” (Juan 6:37).
Jesucristo no puede estar satisfecho con la adoración formalizada, como muchos suponen. Él quiere su corazón. Para muchos, la adoración se vuelve un fin en sí misma y por lo tanto usurpa la gloria de Dios. Cuando usted participa en las prácticas formales de adoración, no piense por un momento que usted está agradando a Dios – no es así. Usted simplemente está manifestando un espíritu religioso que disfruta pensar que tiene el control y agrada a Dios, pero sólo se está agradando a sí mismo:
Colosenses 2:20-23 RVG
(20) Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, entonces, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzas
(21) tales como: No toques, no gustes, no manejes
(22) (todas las cuales habrán de perecer con el uso), según mandamientos y doctrinas de hombres?
(23) Tales cosas tienen a la verdad cierta apariencia de sabiduría en adoración voluntaria, en humildad, y en duro trato del cuerpo, pero no tienen ningún valor para la satisfacción de la carne.
“Porque la Ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.” (Hebreos 10:1 RVG)
(Lea La Adoración a Dios.)
Esto no es una condenación a los judíos, ni siquiera a las ceremonias y tradiciones judías. Cuando el Señor abra los ojos de los judíos y crean, ellos sabrán el significado de las palabras que habló Jesús a la mujer en el pozo:
“Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.” (Juan 4:21-24)
Desde que Cristo vino en la carne, muchos gentiles han creído, mientras que los judíos, en su mayoría, no. Entonces ahora en este mundo, tenemos judíos en la carne y judíos en el espíritu (los nacidos de nuevo). El propósito de Dios es que todos lleguen a ser judíos en el espíritu (hombres completados a Su imagen):
“Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.” (Romanos 2:28-29)
Los judíos en espíritu son los que de verdad saben lo que adoran, mientras que los judíos en la carne no lo saben ni pueden saberlo.
Sea que usted sea un judío en la carne o no, si usted es judío en el espíritu y camina en fe, usted sabrá a Quién adora. Si usted anda en tinieblas como judío en el espíritu, arrepiéntase de sus pecados y dioses y vuélvase al Señor de todo corazón, crea y obedezca, y usted encontrará el Camino.
Entonces, en vez de buscar a los judíos en la carne para guianza, usted les estará enseñando tanto a ellos como a los gentiles el Camino de la Verdad con el ejemplo, presentándoles a su Mesías, la Esperanza de Israel.
Usted puede leer también The Error of Insisting on Using Hebrew Names of God.
Considere la alternativa: Si usted es del Señor, usted ya es un verdadero judío, sin símbolos ni sombras. Busque a la Luz de los hombres para que usted pueda ser luz para guiar, en vez de alguien buscando en la oscuridad de las sombras, las cuales simplemente anuncian un día mejor, un día que usted debería conocer.
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