Doctrina Diabólica: La Conversión Es la Salvación Total

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¿Es ésta una doctrina diabólica? Absolutamente. Suena como que glorifica al Señor Jesucristo, pero deja a la gente en muerte e infierno, convencidos de que no hay nada que se requiera de ellos después de haberse convertido. Confiando en que “Jesús lo hizo todo,” ellos no hacen nada. Pero Dios envía un espíritu de error a los que no tienen amor por la verdad, y ellos merecen ese engaño. Dios nunca es injusto, y los condenados nunca lo son sin merecerlo.

Somos llamados a rendir nuestros miembros a la justicia, a hacer la obra de Dios, creyendo y obedeciendo, igual que lo hicieron Abraham y todos los demás santos a través de la historia, Bíblica y de otro tipo.

Somos llamados a ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor (Filipenses 2:12).

Debemos entrar al Reino de Dios a través de muchas tribulaciones (Hechos 14:22).

Tenemos que dejarlo todo, tomar la cruz y morir, sometiéndonos a Él totalmente.

“Por consiguiente, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios…”

¿Es esto solamente una opción? Ciertamente lo tratan de esa manera, pero ¿qué sigue diciendo la Escritura?

“…que es vuestro culto racional” (Romanos 12:1).

Otra traducción dice: “vuestra adoración espiritual.” En otras palabras, si usted adora a Dios, usted presentará su cuerpo en sacrificio vivo, nada menos. ¿Una opción? Sólo si usted considera que perecer sea una alternativa viable.

Claramente, las palabras de Pablo no fueron registradas para los incrédulos, sino para los creyentes. Es a los creyentes que se les están recordando estos hechos. La historia de los hebreos fue escrita para nuestro beneficio, para que tomáramos nota, temiéramos y obedeciéramos, para que no nos comportáramos irresponsablemente con el tesoro que se nos ha confiado.

1 Corintios 10:5-12 RVG
(5) Pero Dios no se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
(6) Pero estas cosas fueron ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.
(7) Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: “Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar.”
(8) Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil.
(9) Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.
(10) Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor.
(11) Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido.
(12) Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.

“Y seréis aborrecidos de todos por causa de Mi Nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 10:22 RVG)

Irónicamente, los que enseñan que la conversión es la salvación total están en total contradicción. Ellos presionan a otros a ir a la iglesia, para que los presuntos creyentes no sean presa del diablo y sus lobos. Los que se hacen miembros de una iglesia aprenden otros requisitos que no son de Dios. Jesús dijo de esos: “Pero en vano Me adoran, enseñando por doctrina mandamientos de hombres” (Mateo 15:9 RVG)

Esta es la doctrina de los hipócritas religiosos, quienes sustituyen con sus obras los mandamientos de Dios y el tomar la cruz. Ellos aborrecen y desechan estas necesidades diciendo: “Cristo lo ha hecho todo.” Mientras tanto, ellos promueven sus propios caminos y doctrinas como requisitos, sin los cuales ningún hombre puede comprar ni vender entre ellos (Apocalipsis 13:16-17). Ellos boquean la puerta hacia el Señor para sí mismos y para quienes los siguen a ellos (Lucas 11:52).

No podemos dejarles excusa a los lectores. Podrán maldecirnos por hacerles ver estas cosas; les habría sido mejor nunca haber oído si no obedecen. Pero los que no se dan cuenta de la perversidad y engaño de las doctrinas de demonios, pero buscan la salvación, un día darán gracias y alabarán al Señor, porque ellos serán hechos libres al creer en la verdad.

Cuando mi esposa y yo nos arrepentimos, nuestras vidas cambiaron dramáticamente. Mis vicios, de los cuales yo no me podía liberar, se desvanecieron; la Biblia llegó a ser un Libro Viviente; por primera vez en 27 años, yo tenían una gran esperanza y razón de vivir.

Pero una inquietud interna no me dejaba reposar. “Hay más; aún no has llegado,” escuchaba yo por dentro. Los bautistas y otros evangélicos me decían que era el diablo queriendo hacerme dudar de mi salvación. Sin embargo, no importa cuánto traté de sacudirme esos pensamientos y sentimientos o palabras, simplemente no pude.

Entonces, contrario a la doctrina de los círculos evangélicos donde estábamos, fuimos bautizados en el Espíritu Santo de Dios, y yo tuve paz desde entonces sobre este asunto. Nuestras vidas fueron cambiadas en formas maravillosas – tuvimos mayor victoria, más vida en las Escrituras, y más entendimiento de muchas cosas de Dios. Los dones del Espíritu ahora operaban en nosotros, y nosotros y otros estábamos aprendiendo de verdad y llegando al conocimiento de la verdad. Estábamos oyendo la voz del Señor al entrar en una íntima relación con Él de la cual otros solamente hablaban o leían, pero nunca la habían tenido.

Pregúntele a Dios sobre los samaritanos que creyeron, fueron bautizados en agua y liberados de demonios, y aun así tuvieron que esperar a que Pedro y Juan vinieran y les impusieran las manos para recibir el Espíritu Santo.

“Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo. Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía. Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Y había gran gozo en aquella ciudad.” (Hechos 8:5-8 RVG)

“Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan; quienes, habiendo descendido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.” (Hechos 8:14-16 RVG)

(Lea todo Hechos 8.)

¿Qué de Saulo de Tarso quien fue convertido dramáticamente cuando iba camino a Damasco como les ha pasado a muy pocos, y aun así necesitó recibir el Espíritu?

Hechos 9:3-6 RVG
(3) Y yendo él [Saulo] por el camino, al acercarse a Damasco, súbitamente le cercó un resplandor de luz del cielo;
(4) y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué Me persigues?”
(5) Y él dijo: “¿Quién eres, Señor?” Y el Señor dijo: “Yo soy Jesús a Quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra los aguijones.”
(6) Y él, temblando y temeroso, dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” Y el Señor le dijo: “Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.”

Tres días después:

“Y Ananías fue y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: ‘Hermano Saulo, el Señor Jesús, que te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.’ Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y al instante recobró la vista; y levantándose, fue bautizado.” (Hechos 9:17-18 RVG)

(Lea todo el capítulo.)

Pregúntele a Dios sobre Cornelio, cuyo ejemplo pone en vergüenza a casi cualquier persona cristiana profesante que crea ser salva. No obstante su piadosa vida, Cornelio tuvo que oír palabras por medio de las cuales él y su casa serían salvos. Él y su casa aun no tenían el Espíritu de Dios.

“El cual [Cornelio] nos contó cómo había visto en su casa al Ángel, que se puso en pie, y le dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, que tiene por sobrenombre Pedro; el cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa. Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como sobre nosotros al principio.” (Hechos 11:13-15 RVG)

(Lea los capítulos 10 y 11 completos.)

¿Qué de los discípulos efesios que se habían arrepentido años antes que Pablo les preguntara si habían recibido el Espíritu cuando creyeron? Ellos no habían recibido, pero lo hicieron cuando Pablo oró por ellos.

Hechos 19:1-6 RVG
(1) Y aconteció que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo pasado por las regiones superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
(2) les dijo: “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” Y ellos le dijeron: “Ni siquiera hemos oído que hay Espíritu Santo.”
(3) Entonces les dijo: “¿En qué, pues, fuisteis bautizados?” Y ellos dijeron: “En el bautismo de Juan.”
(4) Y Pablo les dijo: “Juan bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en Aquél que vendría después de él, esto es, en Cristo Jesús.”
(5) Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesús.
(6) Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.

Hay mucho más acerca de la salvación que solamente convertirse y crecer desde allí. Uno tiene que recorrer todo el camino:

“Y seréis aborrecidos de todos por causa de Mi Nombre, mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 10:22 RVG)

¿Queda usted firmado, sellado y entregado en la conversión? De acuerdo con los hombres y su evangelio fácil, sí, pero no de acuerdo con Jesucristo:

“El [convertido] que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del Libro de la Vida, y confesaré su nombre delante de Mi Padre, y delante de Sus ángeles.” (Apocalipsis 3:5 RVG)

Las puertas de la prisión se abrirán de par en par, las cadenas serán rotas, la inmundicia será expulsada, se disfrutará luz y aire fresco, y Dios será real para los que Lo adoren en espíritu y en verdad. Él los lavará en el Agua Pura de Su Palabra, los ungirá con aceites costosos y fragantes, y los vestirá con lino fino, con ropas gloriosas. El espíritu ya no estará de luto ni languideciendo, sino gozosamente surcando las majestuosas alturas para siempre.

Lea Cómo Uno Es Salvo, La Cruz, El Arrepentimiento, El Bautismo en el Espíritu Santo, Los Tres Niveles, La Obediencia, La Gracia – La Realidad, Con que Usted Quiere Caminar con Jesús, Iniquity y Law and Grace.

Considere la alternativa a esta doctrina: Si usted cree que hay algo más allá de la conversión, usted lo buscará y se esforzará por lo superior, como lo hizo el hermano Pablo, y Dios le recompensará ricamente. Si usted lo busca sólo a Él y Su justicia, ¿cómo puede perder usted? Que Su paz y Su victoria sean suyas.

 

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